La experiencia me dibuja una sonrisa en el rostro. Son sabores muy reconocibles que me retrotraen a mi adolescencia y a la cocina de Luis Miguel Jimeno y Susana Rebole, dos amigos vascos de los que aprendí su pasión por la buena mesa que tan a fuego tienen grabado también Brigi y Juana. Dos vascos que han encontrado la paz y la calidad de vida donde tantos y tantos domingueros jerezanos y de la comarca (dicho con todo el cariño) se alivian del estrés los fines de semana. LEER HISTORIA COMPLETA: AQUI